Almacenamiento del Vino
Tanto el tratado general como el conocimiento de los “entendidos”
en la materia establecen que, la calidad del vino dentro de la botella
se ve afectada por el aire, el calor, la luz y el movimiento.
En una revista especializada, un experto expresó lo siguiente:
si su vino ha sido expuesto a temperaturas superiores a los 70º
F, su vino se ha arruinado y debería consumirse dentro de los
2 años.
¡Por favor, deme un respiro! Casi un 90%, o tal vez hasta un
98%, de toda la producción mundial de vino es consumida dentro
de los 2 años de su compra. Si usted está dentro del
2% restante, usted es un coleccionista que compra vinos cuya plenitud
la alcanzan entre los 10 y 20 años. De ser así, tiene
que invertir en un adecuado lugar de almacenamiento. Si usted pertenece
al grupo de los demás mortales, ¡no se preocupe por ello!
Desde un punto de vista práctico, compre vinos en un local
cuyo dueño tenga un inventario que varía con una frecuencia
razonable. Guíese por su sentido común. Trate de comprar
sus vinos de aquellos locales que tienen aire acondicionado y cuyos
vinos no estén expuestos a los rayos solares en forma directa.
Usted sabe que se encuentra en problemas cuando la temperatura del
local es de 85ºF, o el vino está apilado cerca de la ventana
donde el sol del mediodía le da en forma directa, o si las
botellas están cubiertas de polvo.
Hablando seriamente: los vinos guardados entre los 65º F y 80º
F se deterioran más rápido. Pero si usted está
incluido dentro de la mayoría de la gente, en general puede
consumir el vino sin ningún problema dentro de los 2 meses
de su compra. Habiendo dicho esto, paso a contarles lo que me pasó
una vez en la casa de un amigo que nos había invitado a cenar.
A mi amigo le quedaban 6 botellas de Sauternes francés compradas
a un buen proveedor hacía cosa de 15 años. En general,
un buen Sauternes puede consumirse pasados unos pocos años
de su cosecha ya que va adquiriendo múltiples niveles de complejidad
entre los 10 y 20 años.
¡No hace falta decirles que una vez abierto, el vino era un
desastre! El corcho se deshizo mientras lo abríamos. ¡Mal
indicio! Su color era oscuro y poco atractivo. No aquel color miel
característico de un Sauternes bien añejado. No quedaba
nada de aquel aroma a nueces y miel aterciopelada característico.
Todo fue reemplazado por un aroma chocante y nada atractivo.
La moraleja de esta historia es que: es importante el buen almacenamiento
y éste se vuelve relevante si usted planea consumir el vino
a los 10 o 15 años de la fecha de su cosecha.
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